Escuadrón Suicida: los héroes más malos del mundo, en un film bastante ídem
Tras la duramente criticada "Batman v Superman: El Origen de la Justicia", DC vuelve a dar otro paso en falso en la pantalla grande
Decepción. Esa es la palabra con la que quien escribe estas líneas sintetiza la sensación que le quedó al terminar de ver "Escuadrón Suicida". Es que la película que lleva a la pantalla grande al equipo de supervillanos más célebre de los comics tenía todo, desde el vamos, para romperla. Y así lo vendía desde su híper costosa, cuidada y duradera campaña publicitaria. Pero, lamentablemente, el resultado final dista (y mucho) de cumplir con las expectativas generadas.
Esta nueva apuesta de Warner Bros. y DC Entertainment para comenzar a erigir con los personajes de DC Comics un universo cinematográfico como el construido por Marvel (su rival directo) falla en varios aspectos. Pero el principal radica en no hacerle justicia a los personajes y la historia que tenían para contar (o que, al menos, podían haber contado), justamente por priorizar el mencionado intento de construcción de "universo".
¿A qué nos referimos con esto? Básicamente, a que la película se preocupa más por hacer aparecer personajes (mientras más, pareciera que mejor), referencias y ligazones a otras películas (algunas a muchos meses de estrenarse) que a contar una historia que cierre y pueda generar algún tipo de impacto emocional en el espectador. Y en este afán por hacer guiños a los fans de las historietas originales y por superpoblar de "apariciones estelares" la película, el tiempo que queda para desarrollar y llevar a buen puerto una historia se hace muy corto. Ni hablar del que resta para generar algún tipo de empatía con los personajes.
Queda claro, a esta altura, que el guión a cargo de David Ayer (también director del film) no funciona, al menos por lo que quedó reflejado en el resultado final. Y decimos esto porque muchas veces lo que termina viéndose en la pantalla puede ser bastante diferente a lo escrito en el papel antes del rodaje y la edición, y más en blockbusters de este tipo, en el que estudios y múltiples productores suelen "meter mano" por sobre la del realizador, y no de la mejor manera muchas veces. No por nada Jared Leto, quien tuvo la difícil tarea de meterse en la piel del Guasón (interpretado la última vez de manera genial por el hoy fallecido Heath Ledger), se quejó recientemente de los importantes cortes que sufrieron las apariciones de su personaje en el montaje final. Sea como sea, los baches y defectos son notorios, y generan confusión en algunas escenas, previsibilidad en varios momentos y hasta ciertas contradicciones. A su vez (y esto va de la mano con la dirección), los chistes no terminan de generar el efecto deseado en muchos momentos y los personajes y su potencial quedan a mitad de camino.
En cuanto a las actuaciones, si bien son aceptables tampoco son descollantes. El mencionado Leto y Margot Robbie se destacan por sobre el resto, pero también porque tienen los personajes más interesantes (el Guasón y su novia, la carismática y demente Harley Quinn), aunque, por ende, los más desaprovechados. Will Smith, Joel Kinnaman y Viola Davis interpretan a los suyos de taquito, y el resto pasa desapercibido, con todo lo bueno y lo malo que eso implica.
¿Qué destacar, entonces, como positivo en "Escuadrón Suicida"? Sin duda su factura técnica, pero sobre todo su cuidada estética, acorde con el impacto visual generado desde el vamos en la campaña publicitaria. Lindo vestuario y maquillaje, lindos colores, linda fotografía, lindas secuencias... y no mucho más. Lástima (también) que las canciones del soundtrack sean tan trilladas y hayan sido tan mal usadas y dosificadas, porque el impacto estético hubiera sido mucho mayor y mejor.
En definitiva, otro paso en falso en materia cinematográfica para DC que, al igual que como fue "Batman v Superman: El Origen de la Justicia" (y como viene la mano), de seguro será un éxito comercial. La pregunta es, ¿hasta cuándo estos yerros seguirán siendo negocio?