Imitaciones peligrosas
Escuadrón suicida pega un volantazo respecto de Batman vs Superman, su predecesora, pero se nota la intención tardía de emular a Marvel.
Vamos a decirlo así: DC empezó tarde y con el pie izquierdo. Cuando ya las películas basadas en comics de Marvel están intentando una vuelta de tuerca -con resultados dispares- para no caer en la repetición y estandarización, DC intenta lanzar un universo compartido sin demasiado plan a largo plazo. Pero esto ya lo dije cuando hablé de Batman vs Superman: El origen de la justicia. ¿Qué significa Escuadrón suicida dentro de este contexto?
Se nota, claramente, un intento desprolijo de volantazo. A la decrepitud y solemnidad de Batman vs Superman se las reemplaza por el neón y la picardía, un poco a la manera de las últimas películas de Marvel. Ahí radica, en parte, el problema de Escuadrón suicida. Parece un chico imitando torpemente los movimientos de su padre.
Al conflicto ultra serio se lo reemplaza por una pavada atómica, al mood sombrío, por verdes y rosas fosforescentes, al score bigger than life de Hans Zimmer, por canciones pop (The White Stripes, Eminem, Queen); se agregan chistes no demasiado buenos y se larga la película a los cines a ver qué pasa.
El argumento es también parecido al de The Avengers: Los vengadores y Avengers: Era de Ultrón, aunque en lugar de superhéroes hay supervillanos y a Samuel L. Jackson se lo reemplaza por Viola Davis. El gobierno decide reclutar a cinco supervillanos y obligarlos a defender al mundo frente a otros peores. Ellos son Deadshot (Will Smith), Harley Quinn (Margot Robbie), Captain Boomerang (Jai Courtney, de la serie Divergente), El Diablo (Jay Hernandez) y Killer Croc (Adewale Akinnuoye-Agbaje).
Pero el problema no pasa únicamente por todo lo que parece imitación torpe y tardía. La estructura del guión es primero esquemática y luego confusa. La película se toma como media hora en presentar a los personajes y lo hace mediante el off del personaje de Viola Davis y flashbacks de cada uno siendo capturado por Batman (cameos de Ben Affleck que parece salido de otra película; de hecho, lo está).
Después de ese prólogo extenso, empieza la historia y ya todo es confusión. Quedan apenas para disfrutar algunos momentos entre Will Smith y Margot Robbie (los más simpáticos, los más actores) y no mucho más. Los breves papeles de Jared Leto y Cara Delevingne son más que nada decorativos. El tan anticipado Joker de Leto no tiene mucho para ofrecer más que dientes de lata, aunque se adivina otra película en su relación con Harley Quinn. Pero ni hablemos de su antecesor Heath Ledger: hace extrañar hasta al Lex Luthor de Jesse Eisenberg. Y la Enchantress de Cara Delevingne es un mueble.
Sé que no resulta seria o profunda esta manera de “pasar lista”, pero es que Escuadrón suicida está tan deshilachada que al pensar sobre ella es medio inevitable terminar evaluando cada una de las partes. El todo no es más que un amasijo de ideas repetidas, intenciones incumplidas y una Margot Robbie que se destaca por sus minishorts como si fuera una villana de Sofovich.