El intento de llevar a la pantalla grande a los villanos del universo DC y juntarlos en una misma película con Batman y el Joker pudo haber sido devastador, simplemente pudo haber sido…
Si se habla de una de las películas mejores promocionadas de los últimos tiempos, se habla sin dudas de Escuadrón Suicida, de David Ayer. Luego de una enorme espera y con una semana de retraso en Argentina, la segunda película del año para los personajes de DC Comics llega para recibir palazos de todos lados.
Palazos de todos lados: la crítica norteamericana la tildó de podrida en el sitio más consultado por el público; miles de fans están enojados por las escenas eliminadas; y Argentina no parece ser la excepción. ¿Cómo es posible? Alguien debe hacerse responsable. Es sorprendente y llamativo que un producto tan bien filmado y con grandes actuaciones no logre convertirse en una gran película, como lo debería ser.
Batman v Superman: Dawn of Justice, la película que todos esperaban que sea un éxito y el despegue fundamental en el universo extendido de DC tuvo miles de trabas, pero el problema se solucionó un poco con el lanzamiento de la Ultimate Edition, con 3 horas de film y la presentación de la historia original. Muy lindo todo, pero ¿deberá llegar a esto Suicide Squad? ¿Cuál es el problema con el estudio que no logra presentar una película de manera correcta? Sus miedos y dudas afectan al desarrollo de este proyecto que quiere despegar con actores de la talla de Ben Affleck, Will Smith, Jared Leto o Viola Davis y que son dirigidos por profesionales de renombre como en este caso lo es David Ayer (Fury, 2014).
En Suicide Squad se ve el profesionalismo de todos sus actores y la dedicación de Ayer para filmar cada plano y cada momento de acción. Todo este trabajo de excelencia se desperdicia y se tira a la basura, gracias a una edición que nunca ayuda a entender el propósito de los personajes, la historia de esta película y a la amenaza a la que se enfrentan, como así también la clara reducción de violencia en sus escenas. Luego de que Batman partiera miles de huesos en la última película de DC, el estudio se vio ¿obligado? a bajar un poco los decibeles y al estar en una película protagonizada por la peor escoria de su universo, los golpes físicos no resultan muy creíbles y prácticamente la sangre o el “chocolate” no están presentes en una película que sin duda tuvo que ser de categoría R.
“Es un producto dedicado a los fans” fueron las palabras más utilizadas por todos los protagonistas del Squad cuando salieron a defenderse. Cuestionable desde varios puntos, como por ejemplo el hecho de que también soy un fan pero esto es muy difícil de dejarlo pasar. Sus personajes están excelentes, porque claro, se disfruta ver a Will Smith como Deadshot mientras asesina sin fallar ningún disparo, con la máscara blanca y un traje espectacular. También es muy linda la relación amorosa bastante sólida con infinidad de guiños, entre Harley Quinn y el Joker o también el gran momento que genera Amanda Waller con pelotas más enormes que cualquier hombre. El resto del cast cumple, al igual que sus compañeros, de gran manera en sus papeles: Rick Flag (Joel Kinnaman) encabezando el grupo como un verdadero líder, el Capitán Boomerang como un insoportable grano en el culo y Katana (Karen Fukuhara) hablando -muy poco- en japonés y actuando como una verdadera guardaespaldas. También sorprende la llamativa interpretación de Jay Hernandez de El Diablo, una de las mejores cosas de la película.
El problema más grande que sufre Escuadrón Suicida es su edición final: una combinación errada entre la elección de escenas y el trato que reciben los personajes (en especial Killer Croc –Adewale Akinnuoye-Agbaje- que no se entiende para qué está en la película). Si piensan reunir un equipo de varios integrantes, al menos se le deberían brindar minutos de pantallas a cada uno, y no centrarse sólo en las travesuras que puede hacer Harley Quinn (Margot Robbie) o en los planes de Deadshot.
La historia es confusa y va directo al acontecimiento que se puede observar en las mayorías de los tráilers. Amanda Waller (Viola Davis) presenta un proyecto al gobierno de Estados Unidos: los villanos serán liberados de Belle Reve, su prisión de máxima seguridad para proteger al país de un ataque. El grupo comandado por Flag encara una misión de una sola noche con las reglas que no pueden faltar en el Task Force X: los chicos malos tienen una bomba en sus cabezas y ante cualquier movimiento en falso o reacción inadecuada, la mujer poderosa los eliminará sin pensarlo.
De los actores no hay nada para criticar, es más, son los únicos responsables de que el público tenga buenos recuerdos de la película. Muchos de ellos tuvieron la difícil tarea de personificar a los villanos por primera vez, y lo hicieron excelente. Tampoco se puede cuestionar a David Ayer, un director brillante en lo que hace. A pesar de la restricción de violencia, las escenas de acción, peleas y tiroteos siguen pareciendo geniales.
Quizás uno de los que más sufrió la recortada del film fue Jared Leto y su Joker. La nueva interpretación del príncipe payaso del crimen, luego de que Heath Ledger lo encarnara en The Dark Knight (2008), dice presente en Suicide Squad pero aparece menos de lo que el público pueda imaginar. Su estilo gángster, sus dientes de plata, sus tatuajes y todo lo que tanto se criticó están perfectos. El nuevo enfoque para el personaje es el ideal para estos tiempos, pero no se pudo ver mucho y nos quedamos con ganas de un poco más. La violencia que maneja el Joker en esta oportunidad es pura adrenalina y su amor por Harley es de los más fuertes que se hayan visto en una película de cómics.
No se desanimen con las palabras y los comentarios en contra de esta película, que al fin y al cabo es simplemente entretenimiento visual y cada uno saca sus propias conclusiones. Todos los personajes están muy bien respetados. El film es una locura: muchas escenas mezcladas, varias sin sentido, pero no por eso no se puede disfrutar de una aventura nueva (con el extra de que el Batman de Ben Affleck aparece en más de una ocasión).
Suicide Squad pudo haber sido una excelente película, de hecho podría haber sido una de las mejores de su género, pero el manoseo del estudio responsable le bajó muchos puntos y no se lo permitió. Solo se puede esperar a que los responsables empiecen a confiar en sus productos para brindarles a sus directores la libertad de presentar lo que realmente prepararon, que sin dudas es mejor que lo que llega a los cines.