Finalmente ocurrió el esperado, el puntapié inicial para la expansión del universo de DC Comics. Las Batman de Tim Burton, luego las de Christopher Nolan, y ahora, luego del estreno de “Batman Vs. Superman”, éste año, pareciera ser que por fin la propuesta avanza hacia un lugar más concreto, porque ya se incluyen cameos de varios personajes de la empresa, dos de los cuales (Mujer Maravilla el año que viene y Aquamán el siguiente), ya tienen fecha de estreno para afianzar el lanzamiento de la “Liga de la justicia”.
Como se ve, Marvel tiene competencia oficial.
Por ahora la diferencia más notoria entre ambas empresas es la del grado de oscuridad con el cual se abordan estos olimpos modernos. Mientras que Marvel tiene un tono serio, pero sin abandonar la luminosidad y el humor (muy presente, DC tiende a oscurecerlo todo. No hay muchas razones para siquiera sonreír ni en Ciudad Gótica ni en Midway. En esta última ocurre éste estreno.
“Escuadrón suicida” debe entenderse como un anexo al mundo principal. Son personajes de tercera, o cuarta línea, pero que de vez en cuando aparecen en las historietas. Sin embargo, la idea de una severa jefa militar llamada Amanda Waller (Viola Davis) que recluta, extorsión mediante, a los más peligrosos criminales condenados a perpetua para mandarlos a una misión suicida, no sólo corre con las ventajas de empatía ya dadas en el elenco, además tiene reminiscencias a aquella inolvidable “Doce del patíbulo” (Robert Aldrich, 1968).
Es notable como sale a flote “Escuadrón suicida” pese a todas las oportunidades que el guión ofrece para irse a pique. La primera media hora es utilizada por David Ayer para presentar a los personajes. Un collage kitsch con aroma a Guy Ritchie (particularmente en “Snatch –cerdos y diamantes, 2000), y colores salpicados por la dirección de arte como si fuese una especie de “happening” moderno, incluyendo una canción alegórica para cada uno. Así conocemos a Deadshot (Will Smith), Harley (Margott Kidder), Croc – porque se parece a un cocodrilo - (Adewale Akinnuoye-Agbaje), Diablo (Jay Hernandez) y Boomerang – porque maneja un boomerang y es australiano - (Jai Courtney), y finalmente June Moone (Cara Delevingne), aunque ésta última se escapa y provoca todo el lío posterior. Todos ellos comandados por el “mano derecha” de Waller, Rick Flag (Joel Kinnaman).
Como apreciará el lector hasta ahora hemos mencionado ocho personajes en este párrafo. Son muchos. El director ofrece pinceladas de todos ellos con apoyo mayor en Deadshot y en Harley. Uno, porque tiene una hija que no lo va a querer más si sigue matando gente, la otra, porque es la novia del Guasón (Jared Leto), personaje extrañamente más desarrollado que lo necesario, pero servil para instalar las próximas entregas de DC.
Estamos frente a una producción claramente preocupada por los prodigios tecnológicos y las escenas de acción, bien logradas por cierto, en desmedro de la solidez de los personajes. Entretenido todo, hay que admitirlo, pero algo superficial porque el potencial más rico en contenido del guión, esto de la doble moral entre la defensa de “la seguridad nacional”, pero utilizando el mal para el bien menos peor, es dejado a la deriva. Por otra parte, debemos estar frente a la primera película en la historia que, tomando un personaje icónico y de primera línea (el Guasón) lo baja a una participación de tercera categoría para luego levantarlo a resolver la trama. Es como contar la historia del Diluvio Universal desde el punto de vista de uno de los hijos de Noé y rematar la trama con lo que hace la jirafa.
Así y todo el cuento termina en buen puerto merced a todas las aristas que abre en pos del futuro cinematográfico de la saga. “Escuadrón suicida” no tiene mejor futuro que el olvido pero también, si deciden ir por este camino, como piedra basal de un nuevo micro (macro) cosmos de superhéroes.Y mejor no entrar en más detalles del discurso. En todo caso, pida más azúcar en el pochoclo. Es una más.