Para aquellos que no están familiarizados con el mundo de las historietas, y menos aún, con los personajes salidos de las páginas de la Editorial DC Comics, el “Escuadrón Suicida” sería algo así como “Doce del Patíbulo”; es decir, un grupo de marginados cumpliendo misiones de las que nadie -en su sano juicio- quisiera formar parte.
En este caso, villanos muy conocidos -y quizás, otros no tanto- son reclutados (y cuando digo reclutados, en realidad quiero decir obligados), a formar parte de un grupo de tareas (Task Force X) de una organización gubernamental ultra secreta (A.R.G.U.S.) con el poder de hacer cualquier cosa sin medir las consecuencias o rendirle cuentas a nadie.
La cara visible de esta organización es Amanda Waller (Viola Davis), una ambiciosa mujer con muy pocos escrúpulos, casi sin moral, a la que sólo le interesan los resultados y la posible negación que conllevan este tipo de misiones suicidas, valga la redundancia, si algo sale mal.
Según sus propias palabras, con Superman (Henry Cavill) tuvieron suerte, pero ¿qué pasaría si alguien similar no compartiese los mismos valores que representan a la humanidad? ¿Cómo detener una posible amenaza de semejantes características?
Para ello, reúne a un puñado de delincuentes, lo peor de lo peor de su clase, con grandes habilidades o poderes sobrenaturales, algunos de ellos humanos, otros meta-humanos, a los cuales se les ofrece reducir 10 años en sus respectivas sentencias si logran concluir con éxito la misión que se les encargue.
Este grupo, conformado por Floyd Lawton (Will Smith), más conocido como “Deadshot”; Harleen Quinzel (Margot Robbie), conocida como “Harley Queen”; George Harkness (Jai Courtney), conocido como “Capitán Boomerang”; Killer Croc (Adewale Akinnuoye-Agbaje); Diablo (Jay Hernández) y Slipknot (Adam Beach), tendrá que funcionar como una unidad bien aceitada bajo las órdenes de Rick Flag (Joel Kinnaman).
A su vez, Flag, tiene el apoyo de la poseída Dra. June Moone/Enchantress (Cara Delevingne), la mortalmente efectiva Katana (Karen Fukuhara) y el leal teniente “GQ” Edwards (Scott Eastwood), y juntos, héroes y villanos, deberán enfrentar una amenaza de proporciones bíblicas que se presenta en la ficticia Ciudad de Midway.
El film, escrito y dirigido por David Ayer, está muy bien logrado y narrado de forma brillante. El origen de cada miembro se muestra mediante flashbacks, lo que en los cómics podría considerarse como “origin stories” de una o dos páginas dentro de la historia principal.
Sin temor a equivocarme, lo más destacable de la película es la relación conflictiva entre Harley Queen y el Guasón, o The Joker. A muchos les parecerá que éste no está a la altura de la interpretación que Heath Ledger hizo del mismo personaje, pero seamos honestos, ¿quién daba algo por Ledger cuando se conoció la noticia de que interpretaría al payaso asesino?
Al final, terminó siendo una de las mejores encarnaciones del archirrival del hombre murciélago y nadie lo puede negar. Este Joker, el del “Skwad” tiene muchísimo más para dar y ya quiero verlo hacer de las suyas cuando sea el villano principal de la historia de entregas futuras. Por mi parte, después de ver los avances con los que nos venían bombardeando desde hace unos meses, si bien me dejó conforme, esperaba ver mucho más de lo que realmente se ve en pantalla.
Si bien es cierto que en el film están Batman (Ben Affleck) y el Guasón, más algún cameo de otro conocido superhéroe, ésta no es una película acerca de ellos, es sobre los que forman el escuadrón y por eso es que está bien que los personajes de primera línea sean secundarios en esta historia. No es muy común ver algo así, y aquí está perfecto que pase.
“Escuadrón Suicida” sería la tercera entrega del llamado “Universo Cinematográfico de DC”, aquel que comenzó con “El Hombre de Acero” (Man of Steel, 2013) seguido de “Batman vs. Superman: El Origen de la Justicia” (Batman v. Superman: Dawn of Justice, en Marzo de este año 2016) y que con con cada entrega parece consolidarse, más allá de los gustos del público en general.
Creo que para los fanáticos de esta editorial, las cosas van bien encaminadas y hay que tener en cuenta que ésto forma parte de un todo más grande. Lo mejor está por venir.