Es probable que el lector, sea fanático de los comics o sea solo un curioso en busca de un entretenimiento veloz, vea igual esta película. Quien esto escribe desea que usted, estimada o estimado, vea todas las películas que pueda, esté o no de acuerdo con estas reseñas: de eso se trata el trabajo, de compartir una mirada. Hacer cine también es compartir una mirada. Pues bien: el problema de Escuadrón Suicida consiste en que carece de una mirada sobre el mundo gigante y burlón de los supertipos o, en este caso, supervillanos llevados por las circunstancias a hacer algo heroico. Problemas gigantes: crear “motivos” altruistas para un grupo de personajes que simplemente obtiene placer tirando tiros y haciendo lío (con eso alcanza); inventar una amistad que nunca, jamás, se construye en el transcurso del relato, sino solamente en los diálogos; copiar el uso de la música de la brillante -y de corazón enorme- Guardianes de la Galaxia (la película de la que parece la copia apresurada); falta de tensión dramática en todo sentido. Es cierto: Margot Robbie es divertida, pero el chiste de la psicosexy se acaba pronto. Es cierto, Will Smith está bien, pero es increíble que jamás pueda ser un villano. Eso sí, Jared Leto es el peor Guasón de la historia, un manojo de gestos con pelo verde. Un film hecho por un comité contradictorio, que transforma lo que debió ser una cabalgata infernal en una vuelta de calesita.