El talentoso elenco del film hace lo que puede con un pobre guión lleno de clichés y diálogos extremadamente cursis. Una idea interesante pero mal desarrollada y con una floja ejecución.
Hoy en día las películas románticas teen basadas en libros apuntados al público YA (Young Adult) invaden año a año la cartelera de los cines. Con una propuesta siempre simplona y de manual, estos films nunca fallan a la hora de apelar a su público y ser un agradable entretenimiento pasatista y nada memorable para el espectador general (para nombrar solo un par de ejemplos tenemos a The Fault in Our Stars, If I Stay y Me Before You).
El Espacio Entre Nosotros (The Space Between Us, 2017) apela a las mismas formas, convenciones y clichés de toda película adolescente basada en un best-seller pero ¡Sorpresa! Es una historia original.
Parte desde la Tierra una expedición rumbo a Marte dispuesta no solo a visitar el planeta rojo sino a colonizarlo y formar un primer asentamiento humano. Al poco tiempo de llegar Sarah Elliot (Janet Montgomery), la astronauta líder de la misión, descubre que está embarazada. Muere dando a luz a su bebé y se lleva a la tumba el secreto sobre la identidad del padre. Nathaniel Shepherd (Gary Oldman), dueño de la empresa contratista de la NASA que desarrolla la misión a Marte, decide ocultar el nacimiento de primer humano marciano para evitar la mala prensa. El joven Gardner Elliot (Asa Butterfield) crece rodeado de científicos, ingenieros y astronautas pero sin amigos ni familia.
Gardner conoce mediante chat a la conflictiva adolescente Tulsa (Britt Robertson) y decide viajar a la Tierra para conocerla, pero su fisiología adaptada a la gravedad de Marte podría causarle la muerte. El Espacio Entre Nosotros arranca con una buena e interesante idea pero se desinfla en su desarrollo. Los diálogos ridículos cargados de exposición no ayudan a un elenco que da lo mejor de sí, pero poco puede hacer con una materia prima tan flaca.
La película no falla en ser un producto entretenido, pero con eso no alcanza. Asa Butterfield encarna a un chico que fue criado por científicos, sabe hackear robots y saltear protocolos de seguridad de la NASA pero aparentemente nunca vio a un caballo. El personaje de Britt Robertson es una colección de clichés de chica rebelde huérfana que quiere abandonar su pueblo y dejar su horrible vida atrás. Ambos tienen química en pantalla y se prestan para situaciones divertidas y a veces adorables, pero muchas veces se exceden en la cursilería.
En el aspecto visual la película muestra un CGI bastante digno en las secuencias de vuelo espacial, aunque en los momentos de gravedad cero el trabajo de cables y arneses es tan obvio que sorprende que se hayan tomado la molestia de removerlos digitalmente.
El Espacio Entre Nosotros es una entretenida y optimista película pobremente ejecutada con un flojo guion y que peca de ridícula cuando intenta ser romántica. Una pena que sus talentosos intérpretes no hayan tenido algo mejor con lo que trabajar.