Estrenado dentro de la Competencia Argentina de la última edición del Bafici, El Estudiante es un film que coloca sobre el tapete, la realidad de los centros de estudiantes pertenecientes a las Universidades Nacionales.
El relato está centrado en la historia de un joven que viene de Ameghino, pasa por La Plata y llega a estudiar a la capital, no teniendo claro que es lo que quiere, ya que proviene de varias elecciones abortadas.
Poco a poco en contacto con los compañeros de la Universidad irá encontrándose a sí mismo en la figura de un militante carente de ideales, aunque de eso sea de lo que se hable. Por otra parte, aunque no sabe bien qué, ni cómo va a defenderse en ese mundo, la mecánica de éste lo excita lo suficiente ya que le ha permitido descubrir/se una habilidad que además reconocen rápidamente quienes lo rodean.
Actividad para la cual es casi imprescindible carecer de principios y de ética. Actitud que obviamente practica en todas las relaciones que establece. Y que son las inexorables reglas del juego con que mueven, la mayoría de las personas que hacen política dentro de la Universidad. Algo así maquiavélicamente hablando, de que: “el fin siempre justifica los medios”.
Lo más logrado del film es la agilidad de sus diálogos, la acción que no decae en ningún momento y la idea de colocar la cámara en el interior de ese mundo que se suele mostrarse desde el afuera. Sumado a excelentes actuaciones, en particular la de su protagonista principal en un film recién sacado del horno, ya que los afiches dan cuenta de la reciente muerte del presidente Kirchner.
Al margen de que todos sepamos claramente, que ese es el usual modo, en que se mueven la mayoría de las personas que hacen “política”, aunque haya surgido como una actividad humana en beneficio de la sociedad. Y en este caso estemos hablando del contexto universitario.
En esta perspectiva, El estudiante muestra, como ese beneficio se transforma, en el uso/abuso de un poder público organizado, para lograr objetivos provechosos para su grupo de pertenencia.
Un muy buen film, que en este momento compite en el Festival Internacional de Locarno.