Roque es un chico que viene de un pueblo a la capital a estudiar. Elige hacer una carrera en la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA.
Camina despacio por una Universidad, compleja y convulsionada. La gente camina por sus pasillos, se agolpa en las escaleras y cursa en aulas un poco deterioradas.
Las materias se dictan en ese contexto, rodeados de carteles que invitan a apoyar a causas sociales, a recordar a Mariano Ferreyra, un joven muerto durante una emboscada sindical o a Néstor Kirchner.
Entre Teoría Política y la vida en la pensión de estudiantes, típico lugar en donde los jóvenes del interior aterrizan en Buenos Aires, Roque empieza sus días de estudiante. Su vocación de galán tímido, lo lleva a conocer a una chica, una compañera. Gracias a ella abandona la pensión para irse a vivir en una habitación suburbana en la casa que ella comparte con su padre.
Roque es un inquieto, y como buen picaflor, ya tiene en la mira su próxima víctima. Paula, ayudante de cátedra, su profesora de Teoría Política, de a poco se va acercando. Paula, también es militante de Brecha, una de las tantas agrupaciones que se disputan por manejar la Facultad de Sociales. Casi sin darse cuenta, Roque se da cuenta que no solo es el “amante” de Paula, sino uno más dentro de la agrupación.
Roque, ya no es solo estudiante, ahora es militante, y encuentra en la política el lugar en donde él sabe que quiere desarrollarse, pero no todo es fácil y transparente. La política es acción y también traición y eso Roque lo irá aprendiendo con el paso de los acontecimientos.
La película es a nivel técnico y artístico impecable, la decisión de los planos es la indicada para generar este tipo de relaciones que la película cuenta. La manera realista en que esta filmado, hace dudar a más de uno sobre qué cosas del universo de El estudiante son ficción y que cosas son reales. La trama atrapa, aún así para aquellos que están fuera del tema, porque está bien contada y actuada.
La película de Santiago Mitre quedó segunda en la preselección de películas para competir por el Oscar, pese a ser una producción totalmente independiente.