“El examen” pone a prueba los nervios
A pesar de no incluir hits como "El amor es mas fuerte" ni líneas de diálogos que nunca dejarán de estar vivas, "El método" es una de las mejores películas de Marcelo Piñeyro. Su adaptación de la obra de teatro de Jordi Galceran sobre un test kafkiano, en el que una empresa sueca enfrenta a varios candidatos por un puesto ejecutivo, funciona como una interesante variación paranoica-corporativa del clásico "Doce hombres en pugna", de Sidney Lumet. Y la secuencia final con Najwa Nimri recorriendo una calle desolada por una protesta la imagen se parece mucho a la icónica escena de Milla Jovovich atacada por zombies en la primera parte de "Resident Evil"- explica que todo el asunto estaba al borde de lo fantástico, al mejor estilo de "The Twilight Zone".
Sin acreditar la obra de Galceran, sin dudas, "Exam" es una remake del film de Piñeyro que se ocupa de llevar el asunto a un terreno más claramente fantástico: los candidatos al puesto tienen 80 minutos para contestar una pregunta no formulada en ningún lado, si hablan con el ropero que tienen como anfitrión, o alguno de los guardias de seguridad, perdieron, y lo mismo se aplica a aquel que arruine de algún modo sus hojas de la prueba mas analógica y anticuada que futurista. Aunque en ese futuro ser parte de esa corporación implica tener acceso a las únicas medicinas que pueden curar todo tipo de plagas imaginables.
Mientras "El método" apelaba mas al surrealismo estilo Berlanga, "El examen" va directo a la pesadilla distópica totalmente familiar para todo fan del género. De todos modos, no está nada mal, especialmente por las buenas actuaciones y la cuidadísima estética que aprovecha al máximo los minimos medios disponibles.