Doble jubilación de privilegio
Ciertos géneros como el terror, la acción y la ciencia ficción suelen estar más curtidos al momento de producir secuelas y continuaciones varias. La clave siempre gira en torno a respetar la fórmula original y adosarle un monstruo más grande, más persecuciones a alta velocidad, más explosiones o múltiples villanos. Cuando aquello que hizo a la primera destacarse por sobre el resto no alcanza para seguir siendo una propuesta atractiva, el instinto de los productores es agregar más de ALGO. ¿Qué sucede cuando aplicamos esa lógica a una comedia dramática sobre turistas británicos de la tercera edad que se instalan en la India para pasar sus días postjubilación?