El nuevo regreso de un gran clásico de la animación
No es mucho lo que a esta altura se puede agregar sobre esta gema de la animación stop-motion (cuadro por cuadro) que conocimos hace ya 16 años y que se sigue disfrutando de manera habitual por el cable. Dudo mucho que alguno de ustedes no haya visto aún esta encantadora comedia negra / musical / película de terror / épica romántica / film infantil con el sello inconfundible del enorme Tim Burton, más allá de que como director figure su colaborador Henry Selick (creador de la también notable Coraline y la puerta secreta).
El extraño mundo de Jack nos paea por distintos géneros con la misma ductilidad, audacia y creatividad, con la misma excelencia narrativa y visual, con esa sensación de estar frente a lo genuinamente artesanal, con ese espíritu lúdico que ese niño-genio que es Burton (por suerte) nunca ha perdido.
Hecho este prólogo, lo único que me queda por analizar sobre este film que contrasta con humor y sensibilidad los mundos de la Navidad y de Halloween a través del querible personaje de Jack es contarles cómo se ve y se escucha esta versión remozada en formato Disney Digital 3D. La calidad de imagen y sonido es excepcional y espero que se haya mejorado el molesto doblaje castizo que se escuchó en 2008.
El film, si bien cuenta con nuevos efectos visuales y con un acabado técnico muy cuidado, está lejos del impacto que ofrecen las nuevas producciones concebidas desde el inicio para su proyección en formato tridimensional. Pero para todos aquellos que aman el cine de Burton y que no vieron esta joya en pantalla gigante, se trata de una oportunidad única, insoslayable. Y hasta se pueden dar el lujo de invitar a hijos, nietos o sobrinos y disfrutar con ellos de una de las grandes películas de animación de todos los tiempos.
(Esta crítica fue publicada en ocasión del estreno original de la versión 3D del film el 30 de octubre de 2008).