Último tren a Oslo
Con casi cinco años de atraso llega a los cines argentinos El extraño Sr. Horten (O’Horten, 2007), film de origen noruego que retrata la absurda rutina de un jubilado pero con una manera irónica y un tanto surrealista.
Odd Horten (Baard Owe) es un ingeniero maquinista de trenes que acaba de jubilarse. Su descripción física y psicológica podría definirse como anacrónica, algo abúlica y lineal. Horten es un hombre extraño, solitario, callado que vive en su propio mundo, un mundo en donde suceden las cosas más absurdas que a uno se le puedan llegar a ocurrir. Aunque él las viva con naturalidad y sin que nada llegue a perturbarlo.
Bent Hamer logra contraponer una historia en la que pareciera que nada importante va a suceder con el absurdo que rodea al personaje central. Así vemos a Horten transitar por un sinfín de situaciones tan fantásticas como surrealistas. Lo más interesante de El extraño Sr. Horten es el humor con el que se trabaja. No es un humor fácil, de chiste simple sino contrariamente un humor elaborado, negro, un tipo de humor que no está a la vista sino que se lee entrelineas.
Sin ser una película fácil de digerir, de esas de tiempos morosos, pocos diálogos y planos súper estudiados, El extraño Sr. Horten es lo que podría decirse un típico film antipopular que se convierte en popular por la forma que eligió Bent Hamer para mostrar la vida de ese insólito mundo que rodea la historia. Una película con un humor tan infrecuente con el propio Horten.