La fuerza del engaño.
El falsificador es una película alemana dirigida por Maggie Peren, basada en la historia real de de Cioma Schönhaus, interpretado por Louis Hofmann, de la exitosa serie Dark. Y lo acompañan Jonathan Berlin, Luna Wedler y Marc Limpach, entre otros
El guion toma como referencia las memorias de su protagonista, publicadas en 2004, y cuenta la historia de Cioma Schönhaus, un joven que logró falsificar documentos para poder exiliar a trescientas personas de Alemania durante la Segunda Guerra Mundial. Mostrando además la forma en la que sobrevivió estos años ocultando su origen judío, sacando provecho de su aspecto «ario».
En primer lugar, es imposible no comparar esta película con Europa Europa (1990), obra maestra de Agnieszka Holland, ya que ambas muestran a personajes judíos que sobrevivieron al nazismo mediante el engaño. Aunque a diferencia de esta, se centra más en cuestiones técnicas y no tanto en el conflicto humano, por lo que le resta emoción, y por lo tanto interés al espectador. Porque no se generan escenas de suspenso, en las que la vida de su protagonista corra peligro, debido a que todo le sale bien al poder mimetizarse sin conflicto con el enemigo.
Un párrafo aparte merece el diseño de producción, a cargo de Marc Ridremont y Eva Stiebler, por la forma en la que muestran mediante detalles la austeridad que atraviesan los sectores aristocráticos de Alemania debido a la guerra. Que por la decisión de puesta en escena de mantenerla fuera de campo hacen que el espectador tampoco pueda tomar dimensión del motivo por el que esto ocurre.
En conclusión, El falsificador es una película que no saca provecho de una idea interesante, porque se centra más en las cuestiones técnicas que en el conflicto humano. Dejando afuera al espectador que, corre el riesgo de no sentir empatía por lo que le ocurre a su protagonista, interpretado por uno de los actores jóvenes más importantes del cine europeo contemporáneo.