Pedro siente una pasión desbordada por el fútbol, no ya como hincha de un equipo, sino de todos. Tan adicto es a todo lo que pase entre once jugadores y una pelota, donde sea y a la hora que sea, que su vida estable se resquebraja. En manos de Adrián Suar, el personaje genera la empatía y provoca la simpatía a las que nos tiene acostumbrados. Una puerta por la que se entra rápido, fácilmente, a la propuesta de esta nueva comedia que lo tiene como protagonista.
Claro que el foco está en el matrimonio. Una pareja (Julieta Díaz) linda, gamba y buena onda que lo viene bancando hasta que empieza a mostrar signos de cansancio. Y para colmo, el juego de seducción que inicia el vecino de al lado (Rafael Spregelburd), la reafirma como la mujer sensual que es, opacada por la obsesión futbolera de Pedro, con la que no puede competir.