El futuro llegó es un documental denuncia que aborda las consecuencias ambientales y sociales que produce el polo petroquímico instalado en Bahía Blanca.
Ingeniero White es una localidad bahiense que tuvo su auge en los ’50 gracias a la pesca y un buen sistema ferroviario. Hoy sus habitantes viven del recuerdo, la pesca ha disminuido y los trenes están obsoletos. Los habitantes cuentan en primera persona las peripecias que vivieron en carne propia. Hay mucha indignación en las palabras de quienes desfilan ante la cámara, sienten que alguien finalmente les está dando una voz. Y no es para menos. La pequeña ciudad tiene mucho para hacerle frente a la gran industria.
Las empresas manipulan elementos de alto riesgo para la salud: cloro, soda cáustica, etileno, polietileno, amoníaco puro, etano, kerosen, entre otros. Los errores no podían hacerse esperar. En 2001, una nube de cloro se elevó sobre la central de la empresa Solvay Indupa, el viento se llevó hacia el mar lo que podría haber sido una catástrofe en tierra; “un centenar de gaviotas la pagaron” según un habitante de White. Los accidentes en las plantas no son un tema menor. En una narración tristemente gráfica, un hombre había sufrido quemaduras de soda cáustica en la totalidad de su cuerpo tras caer al apoyarse en una baranda floja, luego falleció. Un accidente de varios.
Un caso que sigue impune es la muerte de Juan Cruz Manfredini. Es un caso emblemático porque se dan todos los factores que indican la precarización laboral. Juan trabajaba en Camin Cargo Control, una empresa con sede central en Linden, New Jersey, cuya función principal es realizar análisis de laboratorio, inspecciones y controles de calidad para empresas petroleras, petroquímicas y de gas. Un día en su laboratorio clandestino (la empresa no estaba en regla) sufrió una explosión que le dejó el 95% del cuerpo quemado, “excepto el cuello, la parte donde estaba la billetera y los pies porque estaban apoyados en el suelo”. Juan murió 4 días después. Tenía 25 años. La respuesta del fiscal del caso José Marra para la madre fue “La justicia no es para los pobres, señora”.
Según cálculos, la retribución que deja el polo petroquímico en Ing. White es del 4% sobre el total de sus ganancias. Un porcentaje ínfimo para una industria que sostiene “el beneficio económico es superior al impacto ambiental”. El futuro llegó aporta datos para conocer la causa y lo hace sin adornos.