Pluscuamperfecto
Escrita y dirigida por Nele Wohlatz, El futuro perfecto (2016) es una de varias películas argentinas recientes en tratar el tema de la inmigración como una problemática interna más que social, un tanto como La Salada (Juan Martín Hsu, 2014) y Mi último fracaso (Cecilia Kang, 2016).
Estelarizada por no-actores - o en su defecto intérpretes que comparten el nombre de pila de sus personajes - la protagonista es la china Xiaobin Zhang, bautizada Beatriz a su arribo en Buenos Aires. La película está enmarcada por una entrevista (¿interrogación?) en la que Xiaobin va explicando los gajes de asimilarse en una sociedad extranjera y la presión familiar de apegarse a su cultura original.
El punto de vista es enteramente el de Xiaobin, y a modo de subrayar la distancia que siente entre sí misma y el resto de la sociedad, casi todos los personajes que se cruzan en su vida están fotografiados de espaldas, fuera de foco o totalmente ausentes del plano. La imagen recurrente de la película es la de una Xiaobin confundida por voces incorpóreas y condescendientes.
A efectos de integrarse, comienza a tomar clases de español, buscar trabajo en supermercados y noviar con un inmigrante indio. Todo esto a pesar de los regaños de sus padres, que no le ven la gracia al español, trabajar fuera del negocio familiar (una lavandería) o relacionarse con personas que no sean chinas. La familia de Xiaobin recibe el mismo tratamiento que los demás extraños de su vida: un retrato difuso y esquivo. El estudio del español y en particular del condicional imperfecto se convierte en el símbolo y bastión de su voluntad de armar su propio futuro.
El futuro perfecto dura unos 65 minutos y es duración suficiente para el retrato que hace. Gozamos de las actuaciones artificiosas como si estuvieran filtradas por la oblicua perspectiva de la protagonista, pero Xiaobin nunca logra ser interesante como persona, sólo un ejemplo al que las cosas le pasan. Su relato es tan efectivo como anémico, dando vueltas a una única cuestión y acabando de una forma que logra ser a la vez esperanzadora y anti-climática.