Nacida en Alemania, pero radicada en Argentina, la co-realizadora de Ricardo Bär debutó en solitario con esta historia de Xiaobin, una china de 17 años que llega a Buenos Aires sin hablar una palabra de español y debe luchar contra los prejuicios de su familia y del entorno para poder adaptarse. Este notable film -lúdico y ligero- tuvo su estreno mundial en Locarno 2016 y luego recorrió más de 50 festivales para convertirse, en definitiva, en una de las revelaciones de la última temporada.
Wohlatz alguna vez fue una extranjera que llegó a la Argentina con mínimos conocimientos de castellano. Con el tiempo, se convirtió en profesora en el Centro Universitario de Idiomas y allí conoció la historia de Zhang Xiaobin, una adolescente china de 17 años que arribó al país sin hablar nada de español y recién aquí conoció a sus hermanos, ya que sus padres -que viven recluidos en su lavandería/tintorería- la habían dejado sola en su lugar de origen.
La directora decidió hacer una película sobre ella o, como bien definió, con ella. Aprovechó las aulas en el CUI para montar allí un taller de actuación con los estudiantes chinos y ese fue el germen de una de los ejes del El futuro perfecto: la filmación de las clases en las que los jóvenes van practicando situaciones cotidianas en su precario castellano.
La propia Xiaobin pasa de balbucear y no entender prácticamente nada (excelente la escena en un restaurante del que se va frustrada al no poder leer el menú) a hablar cada vez mejor en el lapso de pocos meses. Ella también desoye el mandato familiar de no mezclarse con los argentinos. Al contrario, ella es independiente y valiente, quiere ahorrar plata (otro momento notable es cuando tiene que aprenderse los nombres de los fiambres para trabajar en el supermercado de los tíos), estudiar, conocer gente (tiene una relación un poco absurda con un joven indio llamado Vijay): integrarse y romper con la endogamia de la comunidad china (sus padres, claro, prefieren un candidato de ese origen).