El futuro perfecto
El verbo y su conjugación aluden ni más ni menos que al potencial o la chance de un cambio y desde allí el presente de los protagonistas llegados a Buenos Aires desde sus respectivos lugares de origen genera todo tipo de futuros perfectos cuando se supera la barrera idiomática.
Saber comunicarse con el otro no es simplemente conocer las palabras, sino exponerse como persona en la interacción y en la diversidad de costumbres, pensamientos, emociones y por qué no sueños. Sea China, India o Argentina, no hay barrera para soñar y proyectar.
Xiaobin, protagonista de esta experiencia, se anima a compartir su propia aventura con final incierto y la mirada de Wohlatz se compenetra en su búsqueda pero intenta desde el vamos comprenderla, más allá de las palabras, del desarraigo o los balbuceos que se interponen en la interacción cotidiana.