Junto con la película de 1969, realizada por Hayao Miyazaki y Kimio Yabuki, responsable de Rainbow Brite (clásico dibujito ochentoso para niñas) esta nueva producción de los estudios Dreamworks es una de las mejores interpretaciones que se hizo del famoso cuento creado por Charles Perrault.
El gato, cuya versión más famosa, apareció por primera vez en 1697, en la recopilación de Perrault “Cuentos de mamá Ganso”, siempre trascendió por ser un personaje políticamente incorrecto dentro de los cuentos de hadas y este relato en particular sobresalió en la bibliografía del autor por el humor picaresco que tenía la trama.
En Dreamwoks entendieron esto a la perfección desde que presentaron al gato en la secuela de Shrek y acá hicieron un gran trabajo al evocar el espíritu de la obra original.
Esa primera escena donde el gato se viste luego de pasar un buen rato con su amante, cuyo nombre no recuerda, es un retrato perfecto de este héroe literario, que siempre fue un gran embustero.
La verdad que esta película es una producción mucho mas sólida que cualquiera de la secuelas de Shrek.
El director Chris Miller ofrece una muy buena aventura, que con una banda sonora digna de un spaghetti western, le rinde un tributo a otros cuentos populares clásicos como “Humpty Dumpty” ( personajes bizarros si los hay) y “Las habichuelas mágicas”.
El trabajo en la animación es impresionante, especialmente en lo que se refiere a la construcción de los escenarios y la secuencias de acción, donde Dreamwoks vuelve a demostrar que hoy no tiene nada que envidiarle a Pixar, su gran rival hollywoondense.
Antonio Banderas, por otra parte es el corazón de la película, y su interpretación es una de las principales razones por la que existe este estreno.
De haber sido interpretado por otro actor en Shrek 2 no sé si el gato hubiera conseguido tener su propio film. Acá está excelente y tiene muy buenos momentos en la historia.
En definitiva este film resultó una muy buena propuesta de animación que no defrauda a quienes se engancharon con este personaje en la saga del ogro.