No en vano a Ariel Winograd le pusieron la corona, merecida por cierto, de ser el rey de la comedia, el que maneja como nadie los momentos de humor y vértigo, con la fina emoción y los sentimientos a flor de piel. El guión de Patricio Vera se inspira en el libro “El gerente de Noblex” que relata un caso que se estudia en el mundo publicitario, el de una campaña casi suicida que propone esa fábrica de televisores. Ligar el destino económico a la clasificación de la Selección argentina en el Mundial de Rusia del 2018. En el argumento la decisión es de un gerente ya vencido por una realidad que no entiende bien, demasiado previsor, apurado por las circunstancias a jugarse prácticamente la vida. Pero el tema emotivo es el que más le gusta al realizador: la relación padre e hijo, la brecha generacional, la desconfianza y el reencuentro. Por eso más allá del hecho conocido, ese plano familiar, juega las mejores cartas. Winograd maneja con pericia todas las circunstancias con un suspenso y una desmesura casi periodísticas, de documental, de vértigo y luego nos traslada mágicamente a sentir ese partido definitorio, que es historia, con la emoción de la inmediatez, con el recupero de una emoción única. Cuenta con un Leo Sbaraglia, envejecido para la circunstancia, permeable e inspirado a los vaivenes que le exige el guión, y siempre acierta. En el elenco se lucen Carla Peterson, Luis Luque, Cecilia Dopazo, Valentín Wein, Marina Bellati, Mónica Raiola. Un placer para el espectador.