Con motivo de la boda de su hijo adoptivo Alejandro con Missy, Ellie Griffin regresa a su antiguo hogar 10 años después de que su marido Don la engañara con su mejor amiga Bebe, con la que vive desde entonces. Cuando Alejandro les anuncia que su madre biológica asistirá a la boda y que, debido a sus estrictas creencias religiosas, no debe saber que Ellie y Don están divorciados, éstos se verán obligados a aparentar que son un matrimonio feliz.