La vida sin maquillaje
La vida del actor de radioteatro chileno René Valdés estuvo ligada tanto a su personaje Timoteo como a un circo desde 1968 hasta la fecha en que se realizó este documental de la cineasta Lorena Giachino, y que se mete en la intimidad del grupo que acompaña a Valdés en el circo de Timoteo. La particularidad de esta obra crepuscular, más allá de la localía que dejaría aislada en principio a gran parte de la audiencia potencial que no fuese chilena, es su capacidad de trascender la anécdota circense y por supuesto encontrar herramientas nobles en el rodaje para darle voz a los protagonistas, sin un ápice de intervención en la puesta en escena.
En el circo de Timoteo no hay animales, magos o payasos tradicionales. Tampoco niños que asistan a la carpa precaria con la que se brinda por las noches un espectáculo donde la vedette y frutilla del postre es el transformismo. El show consta de distintos cuadros y coreografías, con un humor irreverente y muchas alusiones al sexo y a la provocación del público asistente. En ese sentido, cuando la cámara registra el show, se desdobla la imagen del artista y la persona, se enfatiza la valentía de mostrarse tal cual es y a pesar de los años y el paso del tiempo la constante reafirmación de la identidad, sin caer en el grotesco.
Pero René ya lleva décadas haciendo lo mismo y acusa cansancio, desgaste y la innegable presencia del final de su vida o al menos el ocaso del artista que supo entregar su alma y corazón en cada función. Morir en el escenario sería para René la mejor despedida, pero al menos puede quedarse satisfecho por tratarse de un sobreviviente que recorrió con su carpa y amigos kilómetros y kilómetros del territorio chileno con un espectáculo original y tan honesto como cada uno de sus parlamentos mientras la cámara es testigo de las charlas cotidianas con sus pares.
Para mucha gente de la pacata sociedad chilena, un transformista sería un pecador y el contraste que plantea la realizadora al participar del ritual de devoción del protagonista, sus rezos a la virgen y su profunda fe funciona como apunte reflexivo y emocional al mismo tiempo.
Lorena Giachino amalgama la capacidad de escuchar con la sensibilidad de narrar con imágenes y detalles una historia que encierra muchas otras historias y tienen un denominador común: la pasión cuando se hacen las cosas que realmente nos gustan.