El gran desaprovechamiento
La belleza y la armonía implementadas desde la estética y elegante puesta en escena no encuentran un reflejo fiel en el mar que comprende la narrativa elegida por Baz Luhrmann.
El trabajo de dirección de fotografía es tan delicado y prolijo que por momentos hasta traspasa la línea visual que el espectador está dispuesto a tolerar. El relato tiene algo de eso, el melodrama al que se nos sumerge tiene pasajes tan densos y cursis que resulta empalagoso. En este drama romántico enmarcado majestuosamente en los años´20, el factor sobresaliente queda a cargo de la función destinada a impactar al sentido óptico del público a partir de una decoración, maquillaje y ambientación sublimes. Todo es muy pomposo, a excepción de la historia y su pertinente modo de contarla.
Vale destacar, también, lo que ocurre con las actuaciones; Di Caprio vuelve a demostrar, una vez más, que es un actor de primera línea, adaptándose aquí a un misterioso millonario, reconocido por todos y organizador de desmesuradas fiestas en su mansión. Un excéntrico personaje que recurre a su vecino, en este caso un tímido y bien caracterizado Tobey Maguire, quien le servirá de puente para recuperar a su eterno y profundo amor. ¿Puede un tipo rico que lo posee todo conservar tamaña obsesión? Ese es el motor de la película, y para ello quien mejor que su rococó director, prácticamente encasillado en proyecciones de este género (Moulin Rouge, Williams Shakespeare´s Romeo and Juliet). Del flanco quizás tenso, donde la cinta cobra en una o dos secuencias algo de tirantez, encontramos a Joel Edgerton, encarnando al siniestro marido de Carey Mulligan.
Con un arranque interesante, luego de la primera hora El gran Gatsby comienza a recaer en las sensiblerías, metiéndose de lleno en un universo tan ampuloso como lento, tedioso y difícil de seguir por su perezoso ritmo que ni siquiera incluyendo la tragedia logra ocasionar emotividad.
LO MEJOR: todo lo referente a lo estético. Filmación. Actuaciones.
LO PEOR: falla en el modo seleccionado para contar los hechos. No conmueve. Innecesariamente lenta.
PUNTAJE: 5,2