Fitzgerald by Luhrmann
Si hay algo que el director australiano Baz Luhrmann maneja muy bien, es la adaptación de grandes historias de amor y agregarle toda su excentricidad visual para crear un producto inconfundiblemente de su autoría. Es un artista que se expresa a través de la trama y la dirección, pero con un foco bastante importante en los aspectos artísticos de la puesta. "The Great Gatsby" no es la excepción y se adapta la famosa historia de desencuentros amorosos de F. Scott Fitzgerald en una Nueva York de los años '20, con todo el glamour y la explosión de colores que se puede esperar de un tipo como Luhrmann.
La historia de Fitzgerald de por sí tiene su atractivo, presentando una crítica a la sociedad del momento, que cegada por la propiedad material, los vicios y la posición social, podía condicionar y quebrantar hasta el amor más puro. Luhrmann toma la esencia del libro, pero termina entregando una crónica más liviana y hollywoodense, con menos matices dramáticos que le den profundidad. No es mala la propuesta, en absoluto, pero me hubiera gustado ver que la película evolucionara con más fuerza con el pasar del metraje, cosa que de cierta manera sucede, pero no con la locura y sensaciones que uno esperaría de un trabajo de Luhrmann. Por momentos se nota demasiado el enfoque en los aspectos técnicos que terminan siendo de mayor calidad que los narrativos.
En el plano de las interpretaciones, creo que todos estuvieron muy bien, sobre todo su protagonista, Leonardo DiCaprio, que como siempre brinda una actuación creíble y profesional. El Gatsby de DiCaprio presentó algunas influencias de su rol como Howard Hughes en "El Aviador" de Martin Scorsese, con menos locura, pero sí con algunos gestos que ponían de manifiesto la personalidad obsesiva del personaje.
Un buen entretenimiento que seguramente disfrutarán más los seguidores de Luhrmann que los lectores de la novela de Fitzgerald, pero que no deja de ser atractivo e interesante de ver.