Anexo de crítica:
La sexta adaptación de la novela El Gran Gatsby, de F. Scott Fitzgerald, a cargo del australiano Baz Luhrmann no pasa desapercibida en cuanto a valores cinematográficos y tampoco en relación a la renovada mirada sobre el clásico de la literatura norteamericana por excelencia dejando el interrogante abierto: ¿Baz Luhrmann realiza cine de autor o simplemente construye un cine mainstream de mejor calidad que el habitual? Para aquellos espectadores que no soportaron la ampulosidad de Moulin Rouge! es recomendable abstenerse de esta experiencia porque se verán altamente defraudados y no encontrarán el acartonamiento de Gatsby impregnado por Robert Redford ni la inocencia casi infantil de Mia Farrow por no mencionar ese incipiente anacronismo que mezcla la música jazz propia de la época con la electrónica y el hip-hop. Ahora bien, a los espectadores que hayan vibrado a la par de Romeo + Julieta, llorado con la tragedia de Moulin Rouge!, la concurrencia a las salas cinematográficas es poco menos que obligatoria.