Es la historia de un multimillonario misterioso que organiza grandes fiestas en su mansión de Long Island en la década de 1920, un poco antes de la Gran Depresión.
Esta es la adaptación fílmica de la novela homónima de F. Scott Fitzgerald, publicada en 1925. Dirigida por el actor, director, guionista y productor de cine australiano Baz Luhrmann, quien llevo a la pantalla grande el musical “Moulin Rouge” (2001) interpretada por los talentosos actores Nicole Kidman y Ewan McGregor. Bien colorida, con una gran estética y diseño de producción, bien musicalizada y de época, con glamour, personajes bien delineados una estrella del Moulin Rouge Satine (Nicole Kidman) que es seducida por El bohemio Christian (Ewan McGregor), donde surgirá un triángulo amoroso con el duque (Richard Roxburgh).
“El Gran Gatsby” también tiene amor, romance y no falta el triángulo amoroso, mucho color y brillo, además de un gran movimiento de cámara. La pantalla se ve colmada de flores, una hermosa mansión, alegría, espectáculos, champagne, jolgorio, lentejuelas, joyas, vestuario, fuentes, autos caros y rápidos, una gran riqueza y música (moderna) que no desentona.
Donde vemos como siempre la hipocresía de la alta sociedad norteamericana, ambientada en 1922, lleno de cambios sociales y culturales, personas que viven en la opulencia llenos de excesos, la corrupción y la decadencia. Allí se encuentra un hombre misterioso, un excéntrico millonario, Jay Gatsby (Leonardo DiCaprio), quien tiene como amigo un corredor de bolsa Nick Carraway (Tobey Maguire), comienza a vivir y disfrutar de sus interminables fiestas extravagantes.
Nadie sabe mucho de Gatsby, como consiguió esa enorme fortuna, existen diferentes leyendas y suposiciones de quienes lo rodean. Es un hombre lleno de misterio y secretos, tiene un plan: reconquistar al amor de su juventud, está muy enamorado de una mujer casada Daisy (Carey Mulligan), la prima de Nick. Ella es madre de una hija y Gatsby será capaz de hacer cualquier por ella.
El narrador de la historia es Nick, Tobey Maguire (correcto), Leonardo DiCaprio en una interpretación excelente del seductor y atractivo Gatsby. Tiene una escena estupenda en un estado de ira, me a atrevo a decir que este actor esta en lo mejor de su carrera; es muy bueno el rostro angelical, una mirada inocente y como musa inspiradora de Carey Mulligan como Daisy, Joel Edgerton correctísimo es quien interpreta a Tom Buchanan el marido Daisy. La banda de sonido, fotografía, dirección de arte, entre otros rubros técnicos deslumbra, visualmente es esplendorosa, fastuosa y abrumadora, la podes ver en 3D, aunque no altera.
Una gran dirección del cineasta Baz Luhrmann (50 años), con una mirada post moderna (visual y músical), se atrae a esto, algunos datos a través del flashbacks, bien barroca, una historia de amor, bien romántica, no se aleja del toque shakespeariano y de lo épico.
Creo que los espectadores no deben compararla con el clásico de 1974 que tenía como protagonistas a Robert Redford y Mia Farrow y actores secundarios de renombre que hicieron un gran trabajo. En esta nueva adaptación que tiene una duración de 2 horas y 22 minutos, opino que le sobran unos 30 minutos aproximadamente. No se sostiene cerca del final y se desinfla un poco. Debido a los temas adultos que toca es más apropiada para mayores de 16 años.