Hace 25 años atrás Bruce Willis se encontraba en el pináculo de su carrera.
No sólo era uno de los mejores pagos de Hollywood, sino que tenía el poder de influencia para elegir a los guionistas, cineastas y actores con los que trabajaba.
Hoy su vida profesional atraviesa una etapa muy diferente donde se dedica a brindar interpretaciones desapasionadas para películas de cable.
Tal vez el director M. Night. Shyamalan logre resucitar pronto su carrera otra vez con la continuación de El protegido.
La verdad que es raro ver a Willis en esta clase de película clase B porque es un artista carismático que sabemos puede brindar buenas actuaciones y está para más.
Aunque los afiches promocionales y el tráiler de El gran golpe lo destacan como uno de los protagonistas, el actor aparece apenas 20 minutos.
Las verdaderas figuras de esta producción son Christopher Meloni, protagonista de la serie La Ley y el Orden: Unidad de víctimas especiales, y Dave Bautista (Guardianes de la galaxia), que conforman una buena dupla.
El gran golpe es un policial que se deja ver sin llegar a ser una propuesta que tenga grandes méritos artísticos.
La trama es entretenida y tiene los suficientes giros argumentales para hacer llevadero el conflicto, cuenta con secuencias de acción decentes y los actores cumplen en sus papeles con oficio.
El tema con este estreno es que se trata de una producción para ver un fin de semana en la televisión, más que para gastar una entrada al cine.
Dentro de su género brinda un pasatiempo sin grandes pretensiones, pero no deja de ser una película de cable para ver un domingo a la tarde.