Por amor al policial
El cine de acción protagonizado por Bruce Willis es un clásico. Las tramas en las que el actor se involucraba en la década del 90 eran muy parecidas a "El gran golpe": complicadas y sorprendentes hasta acercarse al disparate. Y desde el inicio queda claro que no habrá paz para ninguno de los bandos incriminados en este "gran golpe" cuyo título original, "Merodeadores", es más acertado porque estos personajes dan vueltas alrededor de un crimen más grande que ellos.
En el inicio hay un violento y muy tecnológico robo a un banco. El dueño del lugar es Hubert, el personaje de Willis, quien mantiene intacta la mirada impasible y el gesto duro de su época de gloria. Pero el que lleva la historia adelante es Christopher Meloni como un muy convincente oficial del FBI duro y honesto, pero tampoco demasiado alejado de su trabajo en "La ley y el orden".
La complejidad de la historia tiene un origen que se remonta hasta la Guerra del Golfo, llega a Cincinatti y pasa por México. En ese viaje se teje un relato que a pesar de los esfuerzos del guión y la dirección por darle y un clima tenso y oscuro, terminan siendo tedioso, no por el equipo técnico o artístico sino por una historia que huele a vista demasiadas veces.