Unos ladrones con bastante entrenamiento y organización se dedican a robar bancos, pero casualmente (o mejor dicho causalmente), todos estos establecimientos se relacionan con un mismo director. El encargado del caso, un agente del FBI, seguirá las pistas para tratar de descubrir qué ocurre detrás de estos asaltos.
A simple vista e incluso si uno quiere pecar de prejuicioso, “El Gran Golpe” parecería ser de esas películas cuyo argumento no es tan relevante como la acción que presenta, de esos films pochocleros que solo busca entretener. Sin embargo, nos encontramos con un resultado totalmente distinto.
La cinta de Steven C. Miller intenta abordar diversas subtramas en un mismo argumento. Si bien el arco narrativo central se basa en los asaltos de este grupo de ladrones, tenemos historias paralelas de los personajes (tanto personales como laborales), que terminan por generar confusión en el espectador más que ofrecer un guion inteligente. Es decir, que el film peca de ambicioso al querer abordar muchas aristas, quedándose a mitad de camino por su complejidad.
En ciertos momentos tenemos buenas escenas de acción, pero “El Gran Golpe” tampoco se destaca por esto. Es más un vaivén de situaciones con muchos giros que desconcertará a la audiencia. Incluso podemos decir que existen varias resoluciones predecibles y otras innecesarias, como el final, que sirve más como un epílogo.
En cuanto a las actuaciones, podemos destacar las interpretaciones de sus protagonistas, como Christopher Meloni, Dave Bautista y Adrian Grenier. Sin embargo, al tener a Bruce Willis en el elenco, uno espera que tenga un rol mucho más activo. En cambio, su lugar podría haber sido ocupado por cualquier otro.
“El Gran Golpe” es un film que comienza de una manera poderosa y promete ser mucho más de lo que termina siendo su resultado final, debido a la complejidad de sus tramas. Peca de ambiciosa y no logra siquiera cautivar desde el entretenimiento. El elenco cumple correctamente, proporcionándonos algunas buenas escenas de acción.
Puntaje: 2/5