De la mano del director mexicano Alejandro Monteverde, llega esta más que extraña película que cuenta la historia de Pepper, un niño de ocho años que es atosigado por sus compañeros por su escasa altura. Pepper vive en una modesta familia de mecánicos, en el momento en que Estados Unidos sufre el ataque a Pearl Harbor, y por sufrir su hermano mayor de pie plano, su padre lo reemplaza como soldado para ir a pelear en la segunda guerra mundial.
Hasta aquí, la película no remite ninguna particularidad, pero todo cambia cuando Pepper asiste a la función del mago Ben Eagle, quien mediante sus trucos, convence a Pepper de tener la capacidad de hacer lo que se proponga. También aparece un cura, que le enseña a Pepper a confiar en los designios del señor, y finalmente, el señor Hashimoto, quien le enseñara sobre el espíritu y los designios de la voluntad. Y así es como Pepper se enfrenta a las tres creencias que parecen tan enfrentadas la una de la otra y que sin embargo, conviven en el, atravesadas por el inquebrantable deseo de recuperar a su padre.
La decisión de aprovechar la mirada infantil sobre esta situación para distribuir El gran pequeño como una película infantil, muy probablemente genere problemas para la aceptación del publico, ya que no solo los acontecimientos son terribles como todos sabemos, sino que el nivel de conocimiento necesario es muy alto, por ejemplo cuando se nombra varias veces Pearl Harbor pero nunca se explica que paso en ese lugar.
El punto mas alto de la película es sin dudas el actoral, Emily Watson, Tom Wilkinson, Michael Rapaport y Cary-Hiroyuki Tagawa encabezan un elenco que no deja ninguna duda respecto no solo a su calidad como interpretes, sino a lo interesante de los diálogos y las situaciones generadas, aunque nuevamente, estos detalles, escapen a las audiencias mas pequeñas.