Aunque tiene sus fallas, aunque está todo el tiempo intentando emocionarnos con recursos antiguos, hay algo también noble en este film mexicano hablado en inglés. La historia es la de un chico muy chico (de estatura) en los años cuarenta, cuyo mejor amigo es su padre y que sufre cuando éste es enviado a luchar contra los japoneses en el Pacífico. A partir de allí se mezcla cierta apelación a la fantasía, el melodrama familiar y la necesidad del personaje de enfrentarse con quien más teme, solo para descubrir que es una persona tan marginada injustamente como él. Es decir, la fábula con moraleja de rigor. Lo que hace el conjunto -uno que requiere ser visto con ojos infantiles- digerible y hasta disfrutable es el aspecto onírico, de cuento de hadas, de librito ilustrado que vuelve todo al mismo tiempo más dramático (porque apela a lo melodramático) y más ligero (porque nos guiña el ojo diciéndonos que, después de todo, es una fantasía). Imperfecta, pues, pero interesante.