El último show del año
A días de terminar el año, Fox hace su última apuesta en la gran pantalla y de la mano del director Michael Gracey, nos trae El gran showman (The greatest Showman,2017) , un musical biográfico que nos cuenta un vivido retrato de la vida del legendario P. T. Barnum (interpretado por Hugh Jackman), quien fuera el inventor del show business en EEUU.
El gran showman es una película que sabe lo que es y lo que tiene para ofrecer: un sinfín de escenas musicales que van desarrollando la trama que sucede en Estados Unidos en el siglo XIX. P. T. Barnum (Hugh Jackman) acaba de perder su trabajo de oficinista porque la empresa para la que trabajaba se ha ido a la bancarrota. Deseoso de ofrecer a su esposa Charity (Michelle Williams) y a sus dos hijas la vida que siempre les había prometido, Barnum se embarca en un proyecto colosal: crear un gran y asombroso espectáculo circense. Para ello, este inventor del show business buscará artistas únicos sin deparar en la ética o moral, desde enanos, a mujeres barbudas, equilibristas y toda clase de shows imaginativos. Su lema: para hacer algo nuevo hay que hacer algo poco convencional.
Acompañado por Zac Efron , el ex Wolverine saca a relucir una faceta poco conocida mundialmente, pero que es su elemento desde los inicios de su carrera actoral: su don para el canto y baile y, aunque las pistas que se reproducen estén grabadas en post producción, no quita el encanto que posee el film y permite al espectador disfrutar lo que va ocurriendo.
Los personajes son bastante infantiles y van viviendo lo que pasa en esa época, las diferencias, los prejuicios y sobretodo, la discriminación que a su vez se usa en algunos momentos a favor de estos fenómenos que están en el circo de P.T. Barnum. Lo malo es que dichos personajes no llegan a desarrollarse por completo, y hay quienes ni si quiera llegan a tener dialogo en toda la película y solo forman parte de un gran decorado.
Sin embargo las personas que vayan al cine a verla, debe tener una cierta cercanía con el mundo de la comedia musical porque aquí no solo pasan algunas escenas de gente cantando, sino que todo se basa en una estructura bien planificada por el director para parecerse a una obra teatral digna de Broadway. Quienes no estén acostumbrados a este tipo de género podrían llegar a estar un poco disgustados o aburridos en el transcurso de la función.
El gran showman nos demuestra que todavía en el cine se puede ir a soñar con historias verdaderas algo fantásticas como la de P. T. Barnum, quién existió y fundó los primeros tópicos publicitarios y es, para los americanos, el padre del espectáculo. Su película no podía ser de otra manera.