El gran showman, de Michael Gracey
Por Jorge Barnárdez
La historia de P. T. Barnum esconde la promesa de una buena película. Barnun fue el creador, entre otras cuestiones, del concepto de Show Business y de una mezcla extravagante de elementos del espectáculo que resultó ser muy popular y muy polémica. En El gran showman, Barnun es Hugh Jackman, que aporta su carisma y su gusto por el musical para ponerse al frente de la historia del hombre que reclutaba lo que a fines del SXIX se llamaba “fenómenos”, para presentar un show único en su género.
Lo cierto es que la promesa del principio se diluye en una extraña amalgama de musical, al estilo Broadway, clips y frases de libro de autoayuda. La música no es del todo buena y la idea de que los personajes canten en momentos claves de su vida puede ser genial, pero no es este el caso.
Zach Efrom es el otro protagonista de una historia que refleja la lucha de un creador que pensó un un producto que lograba darle un espacio a gente que no lo encontraba en la sociedad de ese momento. El gran showman entonces, reúne una serie de talentos del Hollywood de hoy, ganadores del Oscar, actores carismáticos de esos que hacen que siempre pensemos: ‘En Hollywood todos además de actuar cantan y bailan’. El resultado es correcto pero ñoño, una pena
EL GRAN SHOWMAN
The Greatest Showman. Estados Unidos, 2017.
Dirección: Michael Gracey. Guión: Bill Condon y Jenny Bicks. Intérpretes: Hugh Jackman, Michelle Williams, Rebecca Ferguson, Zac Efron, Zendaya Coleman, Austyn Johnson, Cameron Seely, Keala Settle, Sam Humphrey, Eric Anderson. Producción: Peter Chernin, Laurence Mark y Jenno Topping. Distribuidora: Fox. Duración: 105 minutos.