Como viene la mano
Se llama el gran simulador pero bien podría haberse llamado El profesional, ya que el documental de Frenkel es el reverso exacto de su anterior trabajo, El amateur. Un acercamiento a la figura mítica del ilusionista argentino más reconocido que suma el humor del director al del propio protagonista para lograr un entrañable retrato de un tipo que con su habilidad de lentidigitador logró engañar hasta a su propio destino por años y años. No se puede hacer más lento.