Un policía poco común
Este film que se paseó entre festivales como el de Berlín, Sundance, Grand Jury Prize e, incluso, el de Pantalla Pinamar de este año, llega a los cines comerciales para mostrar una comedia distinta.
La película no muestra otra cosa que un pequeño lapso en la vida del sargento Gerry Boyle (Brendan Gleeson), un excéntrico policía pueblerino de Irlanda, con un despiadado y corrosivo sentido del humor, capaz de decir que: “ pensaba que los negros y los mejicanos eran todos narcos”.
Es el perfil de "policía poco común" se tendrá que encargar de una serie de homicidios y de despiadados traficantes de drogas que están haciendo transacciones en su pueblo. Boyle se verá obligado a tratar con el parco agente de FBI Wendell Everett (Don Cheadle, IronMan), asignado para cubrir el caso.
La historia recorre casi una semana entre ambos colegas y se paseará entre muertes, coimas, sexo grupal, comentarios ácidos y una madre que está en sus últimos días.
El film se guarda un as bajo la manga que será jugado sobre el final y dará a entender si el sargento Boyle es (como dice su compañero) un verdadero idiota o un dotado inteligente.