Peter Miller (Hugh Jackman) lleva la vida que deseó junto a Beth (Vanessa Kirby) y su hijo menor recién nacido, mientras en su trabajo está por dar el paso hacia el logro laboral que esperó por mucho tiempo. En este contexto es que aparece Kate (Laura Dern), su ex esposa, con la noticia de que Nicholas, el hijo de ambos, ha dejado el colegio después de un mes sin que nadie supiera en dónde pasaba esas horas.
Este hijo descarriado está representado por Zen McGrath y es un adolescente melancólico, problemático en ese sentido, no habla mucho, está resentido por la separación de sus padres y, por momentos, es bastante aterrador. Cuando Peter intenta hablar con el chico sobre el asunto de la escuela, éste le pide ir a vivir con él para poder estar cerca también de su hermano menor. Peter acepta movido por la culpa y la distancia que se generó a raíz de que él dejara a Kate para estar con Beth. A su vez, Beth no está del todo convencida de que Nicholas y sus problemas arriben al nuevo hogar y cohabiten con su bebé recién nacido; sin embargo, no le quedará otra que aceptar y en esa convivencia comenzarán a entenderse y desentenderse también.
Este drama analiza los deseos, las separaciones y sus consecuencias, así como también profundiza en las relaciones padres/madres e hijos y la convivencia con problemas de salud mental. Sigue la línea de su predecesora El Padre (2021) protagonizada por Anthony Hopkins y Olivia Colman, con dos premios Oscar en su haber: mejor actor para Hopkins y mejor guion adaptado para Christopher Hampton y Florian Zeller, quienes también estuvieron a cargo de la adaptación de El Hijo. Además, Zeller es el creador y director de ambas historias, lanzadas primero como obras de teatro y desde esa plataforma adaptadas para cine.
El Hijo, como vemos, cuenta con un elenco de actores tremendo, pero es, sin dudar, Hugh Jackman de quién no se puede apartar la mirada. Por otro lado, Zen McGrath, en su papel de adolescente atormentado no logra convencer del todo, pero sí sostiene, excelentemente respaldado por las escenas complementarias y el trabajo de edición, el suspenso y la tensión en niveles altos.
Lo que baja el punto es la comparación con respecto a El Padre, aquella dejó una vara muy alta que El Hijo, con una trama más lineal y menos rebuscada, algunos golpes bajos, e incluso con excelentes actuaciones, no llega a alcanzar. En fin, cosas que pasan en la vida real y también en el cine.
La conclusión es que El Hijo se trata de una muy buena película con una temática complicada de abordar. Recomendada, pero no apta para personas demasiado sensibles.