Escritor y director de la impresionante pieza “El Padre” (2021), Florian Zeller concibe en esta ocasión un previsible panfleto fílmico acerca del suicidio. Autor de la trilogía teatral conformada por las obras “El Padre”, “La Madre” y “El Hijo”, no alcanza el presente film el superlativo nivel de aquel que le valiera al gran Anthony Hopkins su segundo Premio Oscar, convirtiéndose oficialmente en su precuela. Un abordaje extremadamente difícil y delicado de afrontar es al que Zeller se apunta aquí. La ignorancia y la falta de empatía a la hora de la crianza describen una relación paterno filial resquebrajada, Lejos de la maestría del citado largometraje, moldes y estereotipos retratan la depresión y los alarmantes indicios de la autodestrucción.
Un elenco de ilustres, liderado por Hugh Jackman, Laura Dern y Vanessa Kirby, encabezan el reparto. El reconocido dramaturgo hace de la exageración su mayor aliada. El punto de vista del padre nos intenta hacer entender la clase de perturbación que atormenta al joven. Con parsimonia y lentitud, “El Padre” repite conceptos en desmesurado lastre, que refieren al traspaso de los traumas de modo generacional y prefiere la contemplación a la tensión. En un drama que tiene como centro la salud mental, lo desgarrador debe lucir natural, pero aquí, se ve forzado. Contrastan de modo evidente los cinco minutos de masterclass actoral brindada por Anthony Hopkins, en una breve pero potente aparición, con la irregularidad en el abordaje al conflictivo personaje adolescente que encarna el novel Zen McGrath.