En 2020 se estrenó en Estados Unidos «The Father», película protagonizada por Anthony Hopkins (quien ganó un Oscar por su interpretación) y Olivia Colman, donde se muestran las consecuencias del Alzheimer en una persona de una manera tan creativa como conmovedora. La forma de contar la historia involucró directamente al espectador, con una experiencia totalmente inmersiva y desgarradora.
Este año el mismo director volvió a adaptar una de sus obras teatrales a la pantalla grande con «El Hijo», la cual es considerada una precuela de su film anterior. En ella se cuenta la vida de Peter, un abogado de renombre que está pensando en entrar en política. Luego de un matrimonio previo rehizo su vida junto a Beth y fue padre nuevamente. Sin embargo, todo cambiará cuando su ex esposa Kate reaparece con su hijo adolescente, Nicholas, un chico que está teniendo problemas en la escuela y con el que es difícil comunicarse. Es así como se verá obligado a hacerse cargo de su paternidad para poder ayudar a su hijo.
«El Hijo» es una película que nos mantiene en un clima de tensión y suspenso constante, aunque existen algunas situaciones que son un tanto previsibles y que desde el comienzo sabemos que en algún momento del film van a suceder. Por otro lado, si bien esa sensación va aumentando con el correr del metraje, haciendo que la trama avance, algunas escenas se tornan un poco repetitivas. Está bien mostrar ciertas cuestiones para plasmar el carácter del hijo, pero otras ya resultan un poco innecesarias.
Tenemos buenas actuaciones por parte de un elenco lleno de estrellas, como Hugh Jackman, que a diferencia de otros roles similares de padre ocupado por el trabajo también demuestra interés en su hijo, se preocupa y busca la manera de ayudarlo, a pesar de que también lo presiona y delimita. En este sentido se ahonda en las expectativas que tienen los padres sobre los hijos, los roles que pretenden que asuman y las dificultades que existen cuando los deseos y la realidad no van de la mano.
Laura Dern y Vanessa Kirby como la ex esposa y la actual mujer de Peter, respectivamente, también hacen un buen trabajo para plasmar sus reacciones y emociones. Dern se enfoca más en transmitir preocupación hacia su hijo y tratar de dejar de lado los dolores de la separación, mientras que Kirby debe afrontar una situación que no pidió pero que se le impuso. El vínculo que construye con el adolescente es bastante tenso y pasivo-agresivo.
Y sin dudas la labor de Zen McGrath como Nicholas es digna de destacar, componiendo a un adolescente con depresión, confusión y pensamientos oscuros; emociones que no logra entender ni controlar. La relación entre McGrath, Jackman y Dern también está bien elaborada y es bastante cambiante: por momentos todo es confianza y afecto y por otros es falta de comunicación, dudas y desesperación.
La puesta en escena es bastante sencilla pero efectiva, y a pesar de ser una adaptación de una obra de teatro y no utilizar demasiadas locaciones para desarrollar la historia, esta no se siente monótona ni teatral.
En síntesis, a comparación con «El Padre», «El Hijo» está en un escalón por debajo, en cuanto a su historia y la forma de contarla, pero sí logra ahondar en temas familiares importantes como también en la salud mental que no se suele tratar tanto en el cine. Con buenas actuaciones por parte de un elenco de lujo, la película cumple, entretiene y permite hacernos reflexionar.