El hijo de Jean es un film francés dirigido por Philippe Lioret basado en una novela escrita por Jean-Paul Dubois.
Como todo cine clásico El hijo de Jean tiene su introducción, nudo y posterior desenlace.
Mathieu (un joven de unos 33 años) recibe la llamada de un amigo del padre (a quien no conocía ya que su madre le contó que había sido fruto de una relación pasajera) para contarle que su progenitor había muerto en un trágico accidente y le había encomendado previamente, si le llegara a pasar algo, contactase con él para entregarle parte de su herencia -un cuadro de alto valor económico-
Decide entonces viajar a Canadá donde vivía el padre. Dejar Paris por unos días, también a su mujer e hijo, así poder estar en el velatorio y darle una despedida a ese hombre que no llego a conocer. Al llegar se enterará también que tiene dos medios hermanos un poco más jóvenes. El padre había contraído matrimonio posterior a su breve vínculo con su madre.
La peli tiene muy buenas actuaciones, una preciosa fotografía y una correcta dirección. El guión promediando la cinta pierde un poco el sentido con situaciones tal vez tiradas de los pelos afectando el verosímil. Igualmente logra reponerse sobre la última parte llegando a un final precioso, aunque a esa altura ya lo podías imaginar.