Cuesta entender porqué le pusieron este título en Argentina a una película sobre dos hermanas, en la que no hay ningún hijo perfecto sino una exploración del mundo púber femenino. Esta película sueca tiene como centro a una divina niña actriz, Rebecka Josephson. Ella es la observadora del incipiente trastorno de alimentación de su linda hermana mayor, Katja.
La relación fraternal, más poderosa e interesante que la familia ampliada, el colegio o cualquier otro ámbito, es en el fondo la verdadera protagonista de la película. Con delicadeza pero sin remilgos, la directora Sanna Lenken consigue , en su primer largometraje, un film luminoso y chispeante aún sobre un tema terrible como el de la anorexia.