Paul Thomas Anderson, el director de películas únicas como "Magnolia" y "Boogie Nights" entrega otro trabajo absolutamente personal que podría definirse como un drama romántico decididamente hitchcockiano. "El hilo fantasma" se centra en los juegos de poder y control entre un genio de la alta costura y las dos mujeres en su vida, su hermana y su esposa.
Daniel Day-Lewis es el obsesivo Mr Woodcock, que en la Inglaterra de la década de 1950 viste a las aristócratas que necesitan renovar su vestuario para cada aparición en sociedad. Lesley Manville es su hermana, dedicada a que las excentricidades del modisto de lujo se respeten a rajatabla. En un momento el trabajo obsesivo estresa tanto al genio que necesita tomarse un respiro, y en se recreo conoce a una simple camarera de provincias y la lleva a su mansión. Esta especie de Cenicienta encarnada con un talento sorprendente por Vicky Krieps, toda una revelación- irrumpe en la vida de los dos hermanos generando el esperable desequilibrio que es la base de esta historia fascinante, opresiva y sutil que va creciendo en clima e intensidad a medida que la trama va revelando con más profundidad las tortuosas personalidades del trío protagónico.
Más allá de que un film como este requiere actuaciones muy sólidas, la gran cualidad de "El hilo fantasma" es cómo va envolviendo al espectador con su fuerza narrativa. Y en su primer trabajo como director de fotografía, además de realizador, Paul Thomas Anderson logra darle una precisión visual que va apoyando los laberintos de una trama que excede la mera descripción del mundo de la moda en los años '50. Gracias a su vestuario formidable mereció el Oscar.