Visualmente tiene una muy buena estética, una buena dirección de arte, los personajes se expresan bien a través de las miradas, los gestos y el amor, las actuaciones de los personajes son impecables, cada situación se entremezcla muy bien con la estupenda banda sonora de Jonny Greenwood (Petróleo sangriento) y música clásica.
Su desarrollo es un tanto pausado, hasta puede resultar aburrido a ciertos espectadores, para introducirlos mejor en su relato se utiliza el flashback; es un film delicado, poético, elegante, tierno, con buenos matices, toca varios temas interesantes relacionados con el amor en todos los sentidos no solo entre un hombre y una mujer, tiene cierta carga de una atmósfera dramática, y por momentos se siente cierta inspiración en el film Rebecca (Hitchcock, 1940).