Agridulce Despedida
¡Atención, la siguiente nota contiene spoilers de toda la saga!
Y llegó a su fin. La adaptación convertida en trilogía realizada por Peter Jackson acaba de concluir. Después del extenso debate y la aceptación de que un libro de trescientas hojas se convirtiera en una saga; con el diario del lunes ya en la mano, podemos decir que las quejas tenían fundamentos.
Debo admitir que tanto Una Ventura Inesperada y La Desolación de Smaug me gustaron pero sin llegar a volarme la cabeza como habían sido en su tiempo La Comunidad del Anillo y Las Dos Torres.
Pese a haber leído todos los libros, y a sabiendas que El Hobbit es bastante infantil en comparación con ESDLA, el hecho que se estirara la historia con agregados nos hacía suponer que Jackson iba a dar rienda suelta a toda su imaginación y ganas de impactar. Bueno, ERROR.
Después de prescindir de la idea de hacer solo dos films, se filmaron escenas extras para estirar la historia y así llegar a la trilogía. O sea, todo fue filmado en conjunto como ya hicieron hace diez años. Pero por alguna extraña razón en esta película es cuando queda más presente la sensación de que se hizo por hacer, sin ganas, y a las apuradas.
Como el film se estreno en casi todo el mundo hace unas semanas, uno ya podía leer quejas y opiniones casi en cualquier sitio de cine. Y por desgracia cuando uno ve la película, termina coincidiendo.
Y si, apunto al infumable “Jar Jar” Alfrid, personaje cómico de la película, pero que la historia no lo necesitaba. Este insoportable se lleva varios minutos en pantalla, mientras que algunas cosas en particular quedan sin ningún tipo de cierre, como por ejemplo que fue de Bardo y los humanos, o Dain y el ejército de enanos.
Esto que voy a comentar no lo veo como un fallo de guion, si no como algo que tenía que pasar porque era funcional con la historia, pero de todas formas no me termino de gustar. Y es que si el gran Martin Freeman era una de las mejores cosas de esta saga; acá pierde bastante importancia con respecto a los demás personajes.
Ya con la batalla que da nombre al film, ver el destino de los enanos y como Sauron termina acá hasta recobrar fuerza para la saga de ESDLA es prioritario; nuestro querido hobbit pasa a un segundo plano, casi al grado de ser un personaje secundario.
También a destacar que Legolas sigue con sus momentos súper heroicos; y a la vez quiero usar este personaje para una última critica, y es el sobre exceso de cgi que tuvo toda la trilogía.
Recordando al peor George Lucas, Jackson decidió prácticamente hacer todo con las computadoras, prescindiendo casi totalmente de las maquetas o los maquillajes y prótesis para sus personajes. El tema que cuando esto no está pulido a la perfección (caso Guardianes de…) se nota y queda muy falso. Solo basta ver los primeros planos a Legolas para ver un innecesario cgi en su rostro que lo hace ver totalmente artificial.
De todas formas la película no es un despropósito. Teniendo en cuenta el tono del libro que adapta, Jackson supo darle la suficiente epicidad a este cierre de trilogía como para dejar bien parada a la Tierra Media en caso de volver, como ya dijo.
El trió de Bilbo, Gandalf y Thorin sigue funcionando. En especial esta vez es Thorin el que se come la película (esos momentos de locura). Una pena que el resto de los secundarios importantes no tuviera el tiempo suficiente para lucirse.
Y así termina la saga del Hobbit. Todos sabíamos que tenia las de perder en comparación con su hermana mayor El Señor de los Anillos. Todos lo sabíamos, por eso sorprende tantos fallos conceptuales de parte de Jackson y su equipo en este cierre.
Ahora solo cabe esperar otros diez años, en una de esas volvemos a nuestra amada Tierra Media.