Una segunda entrega donde la fantasía vuelve a desatarse, con animales enormes y la encarnación de la más obscena codicia, el enorme dragón. La comunidad del hobbit, enriquecida con elementos más oscuros que presagian al “Señor de los anillos” y el propósito de la conquista de un reino se torna atractiva, visualmente portentosa, llena de efectos especiales que harán las delicias de sus seguidores. Peter Jackson se divierte y nos divierte.