Cuando hablaban de adaptar el Hobbit muchos soñábamos con que la dirección de Guillermo Del Toro haría maravillas. Se salió del proyecto y Peter Jackson entró al quite. La idea no era mala, considerando que había hecho una buena adaptación de la trilogía del señor de los anillos. Se habló de la necesidad de dividir el corto libro (que nació como un cuento para dormir para los nietos de Tolkien) en dos partes ante lo pesado de la trama. Con la tecnología que existe no parecía tan descabellada la idea que le dieran más tiempo en pantalla al imponente Smaug y las aventuras de los enanos. Pero cuando se habló de hacer una trilogía, muchos de los fans de Tolkien temblamos ante las desiluciones que nos esperaban. No estábamos lejos de la realidad.
La desolación de Smaug, película puente de la trilogía es un absurdo totalmente innecesario. Tenemos que hablar de la primera parte porque van totalmente ligadas una de la otra, y es que si bien la historia del Hobbit sucede antes de lo narrado en El señor de los anillos, no tenía necesidad alguna de convertir en precuelas las películas metiendo referencias que jamás aparecen en los libros. Ese fue el primer error. El segundo error, y estamos hablando específicamente de esta segunda parte, fue crear personajes innecesarios, planos y sin sentido, por no mencionar el hecho de hacer que otros personajes que no tienen cabida alguna, aparezcan solo por "complacer a los fans". Y es que la segunda parte bien pudo haberse llamado "Légolas y Tauriel" al ocupar casi la mitad del filme de una forma infantil y tonta. Eso sn mencionar la trama romántica que simple y sencillamente no tiene cabida. No va. Y para rematar, si bien no podemos quejarnos de lo espectacular que se ve Smaug (y con la imponente y elegante voz de Benedict Cumberbatch), no justificamos que le dejen sólo 40 minutos de un filme que se alarga repitiendo la misma fórmula una y otra vez: enanos en peligro, Bilbo los salva, durante más dos horas (sin contar la versión extendida).
Smaug es impresionante, cierto. Y los efectos en la montaña solitaria son innegablemente buenos. Pero tan innecesaria era la trilogía, que la misma academia prefirió nominar a "El Abuelo sinverguenza" que a este filme en la categoría de maquillaje por lo repetitivo que es. Y si, mi critica también es muy repetitiva, pero no puedo encontrar más adjetivos que definan lo aburrido que me pasé las dos horas y media de duración sólo para contemplar un final demasiado abierto que no vale la pena ni siquiera por Cumberbatch.