Mientras no te crezcan los enanos...
Peter Jackson retoma la saga de "El Señor de los anillos" que tanto éxito le diese en la década anterior, y lo hace con esta precuela -cuando a Hollywood no le queda nada por contar nuevo, sin dudarlo la arremete con estas- donde toma su personaje hobbit: Bilbo Bolsón, antecediendo a la ya vista "La comunidad del Anillo", y hace que el personaje -bien interpretado por el carismático Martin Freeman- inicie la travesía en busca del perdido Reino de Erebor. Esta nueva aventura lo llevará por caminos y senderos llenos de peligros y sorpresas junto al Mago Gandaldf -ese genio de Ian McKellen-, y 13 enanos liderados por el guerrero Thorin.
En el trayecto hay de todo: elfos, trolls, orcos, gigantes de piedra, etc etc. lo que conforma un espectáculo de gran dimensión, de buen disfrute fílmico, aunque hay que decir que Jackson por ratos se excede, se rebasa con tanto efecto especial, y luchas, descontando que deja fluir su estilo narrativo impuesto en la trilogía vista años atrás. Todo esto es valedero, por supuesto...perooo hay que revisar que el filme tiene demasiada duración, algo jorobado si pensamos que aún están por venir en el futuro dos partes más que harán un total de 9 hs de filme.
La peli tiene sus momentos de más (la comida de los enanos al inicio es muy larga, y alguna que otra batallita o persecución) y su plus: la acertada, siempre maravillosa aparición de Gollum, personaje notable a cargo de Andy Serkis.
Hay magia, hay aventura a lo grande, interminables personajes, los estupendos y reales paisajes de Nueva Zelandia, una buena banda musical, todo lo cual conforma lo que uno irá a buscar al cine sin dudas.