Un verdadero tanque de Hollywood que apunta a reverdecer la fama de Superman. Aquí Chistopher Nolan (el responsable de la última trilogía de Batman) produce y coescribe un guion minucioso: la destrucción de Krypton por el abuso de sus reservas naturales, la esperanza de un padre que envía al primer niño nacido de parto natural en un planeta donde cada bebé nace con un destino determinado, toda la odisea de la crianza del niño en la Tierra, la invasión de los malos de Krypton con superpoderes iguales y la decisión de nuestro héroe de luchar por la raza humana. En dos horas veinte, hay de todo: espacio para el asombro de los efectos especiales, para el agobio de demasiada destrucción, para escenas pueriles y otras muy bien logradas, con buenas actuaciones de Amy Adams, Russell Crowe, Kevin Costner, Michael Shannon. No es una gran película pero el entretenimiento vale, desde la acción a las referencias religiosas, el bonito de Cavill cumple y ya se anunció la segunda de esta serie.