El hombre de acero

Crítica de Hugo Zapata - Cines Argentinos

Si algo queda claro al ver El Hombre de Acero es que el nombre de Christopher Nolan en los créditos de producción no es un cotillón promocional.
La película pertenece a Zack Snyder en los aspectos técnicos pero el tono del film, el espíritu de la historia y la estructura narrativa es 100 por ciento Nolan.
En este relanzamiento de Superman tomaron la fórmula de Batman Inicia y la desarrollaron al servicio de quien es el número uno de todos los superhéroes.
Una tarea que no era sencilla, ya que el realismo y la oscuridad tienen un límite a la hora de abordar a Superman, por eso es un personaje tan difícil de trabajar.
Sin embargo, en esta producción superaron este desafío y el enfoque elegido por los realizadores dio como resultado una interpretación completamente distinta a todo lo que se había hecho hasta la fecha en un medio audiovisual con el clásico personaje de DC cómics.
Por ahí pasa también la magia de Superman.
Un ícono de ficción que tiene más de 70 años de vigencia y todavía se le puede buscar la vuelta para contar su historia de manera diferente.
David S. Goyer, quien fue guionista de la última trilogía de Batman, tomó elementos de distintas historietas para crear este nuevo origen.
La trama tiene una clara influencia de propuestas comiqueras recientes como “Superman: Tierra Uno”, “Superman: Legado” y hasta la serie animada de Bruce Timm.
Este último punto se puede percibir claramente en los 15 minutos iniciales del film donde Snyder retrata a Jor-El de un modo muy similar a lo que se vio en los primeros dos episodios del dibujo animado de 1996.
En aquel programa el padre del protagonista tenía un rol mucho más activo y relevante en el final de Kriptón como sucede en esta película.
Inclusive hay guiños al cómic de la etapa de John Byrne, quien es el mejor autor (por afano) que tuvo el personaje en los últimos 30 años.
Lo mejor de El Hombre de Acero es que toma elementos de distintas interpretaciones de Superman que se fusionaron para ofrecer una experiencia diferente en el cine.
Esta película tiene más acción y peleas que todas las producciones cinematográficas y televisivas que se hicieron con el kriptoniano hasta la fecha.
En ese sentido, Superman Regresa de Brian Singer, queda como un melodrama de Andrea Del Boca que será recordado por los fans más acérrimos del personaje como un film de culto.
Sin embargo, para la gran mayoría del público es probable que a partir de ahora quede enterrada en el olvido.
El Hombre de Acero es un film impactante desde las primeras escenas donde se presenta una versión menos idílica de Kriptón que ofrece un trabajo memorable de Russell Crowe como Jor –El, en mi opinión, lo mejor de este estreno en materia de actuaciones.
Cinco minutos más de presencia en este film y creo que se comía crudo a Henry Cavill, el protagonista. De hecho, al verlo a Russell, con su carisma y presencia en la pantalla, uno no puede evitar pensar lo grosso que hubiera sido 20 años atrás que él hubiera protagonizado un relanzamiento de este nivel.
Después de esta labor quedó redimida su participación en Los Miserables.
Jor- El en este film tiene una presencia muy importante en el conflicto y junto con el rol que ocupa en la trama Lois Lane representa uno de los elementos atípicos que se destacan en esta versión cinematográfica.
Otra cualidad de la película son los villanos que no cayeron en roles acartonados.
El General Zod de Michael Shannon es mucho más complejo e interesante que la versión que encarnó Terence Stamp en los años ´80 y lo mismo sucede con Faora, interpretada por Antje Traue, una vieja enemiga de Superman que apareció en los cómics durante los años ´70 y después quedó en el olvido.
La villana fue una clara inspiración de la malvada Ursa en los filmes de Richard Donner, pero al igual que ocurre con Zod, desde lo argumental está mejor trabajada en el film de Zack Snyder.
Henry Cavill brinda una muy buena interpretación de Superman, pero habrá que esperar a verlo en una continuación para poder evaluar su labor completa con este personaje, ya que Clark Kent, una de las claves de este rol en el Hombre de Acero brilla por su ausencia, debido a la manera en que fue concebido el film.
Cavill hace un gran trabajo con el superhéroe que está en perfecta sintonía con el personaje que muchos conocemos del cómic, pero te quedás con las ganas de ver que hubiera hecho con Kent en Metrópolis.
Zack Snyder se encargó que cada actor tenga su momento en la película y Kevin Costner que aparece poco en la historia también logra destacarse en una muy buena escena dentro del conflicto que marca el destino del héroe.
Esos aspectos estuvieron muy cuidados en esta producción que tenía como principal desafío no aburrir al espectador con un trillado argumento de origen.
Acá le buscaron la vuelta para hacer algo diferente y eso es lo más admirable de este estreno.
El desempeño de Snyder en las secuencias de acción es brillante y retrata al Superman de los cómics como nunca se lo había visto en la pantalla grande.
La verdad que el título le hace justicia con honores al film y algo que nadie le podrá criticar es la carencia de acción.
En la última media hora final Snyder brinda un espectáculo visual épico e imponente que se encarga de hacer realidad la clase de película que muchos esperamos con este personaje durante tantos años.
Las comparaciones son odiosas porque en esto juega también el paso del tiempo. Los filmes de Richard Donner fueron revolucionarios en su momento ya que no sólo reinventaron a este personaje, sino que contribuyeron a crear un nuevo género cinematográfico.
El Hombre de Acero pertenece a otro tiempo y considero que es una película que en este momento contribuye a restablecer con éxito el personaje para una nueva generación.
En esto sí voy a disentir con Chandler. Yo creo que si tenés entre ocho y once años esta película te vuela la cabeza de la misma manera que lo hicieron con mi generación los filmes de Donner.
Ojalá se pueda completar a partir de ahora una buena saga con este personaje. En esta primera entrega Zack Snyder no decepcionó y trajo de regreso a Superman en el cine como se merecía.
El Dato Loco:
La película está sutilmente conectada con el universo de Batman. Hay una escena donde aparece el clásico logo de la compañía Wayne en un satélite. El tema es que si no tenés de antemano esta información es muy complicado notarlo porque pasa rapidísimo, pero se puede ver si estás atento.