Western oriental y bizarro
La guerra de los clanes es todo un tópico importante en cuanto a las películas de artes marciales. Esta es una de ellas donde el jefe del clan de los Leones es asesinado por dos de sus hijos para quedarse con un cargamento de oro que el emperador había encargado al patriarca del clan poner a resguardo. El herrero de la aldea donde se desarrollara la guerra entre clanes por dicha traición y por el botín tendrá como inesperados protagonistas al herrero del lugar que fabricara las armas y de un forastero misterioso.
La idea de realizar una película de artes marciales en tono de western pero con el sello sanguinolento de Quentin Tarantino (uno de los productores del film) es demasiado y, por momentos, irremontable.
El film no llega a atrapar ni siquiera en las buenas escenas de acción, y la trama y los clanes por momentos se vuelve confusa sobre todo cuando uno de los del clan de los Lobos termina siendo el segundo del clan de los Leones y cuando al tercer hijo del León asesinado, otro de los héroes de la película, se lo nombra como hermano y se lo trata como enemigo.
Además de algunas cosas fabulosas como el hombre de metal y otras alucinaciones que no llegan a ser justificadas en el film, film que ni siquiera puede levantar el talento, demostrado en otros films, de Russell Crowe y Lucy Liu. “El hombre de los puños de hierro” quizás con un buen director podría haber sido una buena película, lamentablemente este no es el caso.